Solo 7 de cada 100 conductores tiene un control adecuado de sus emociones al volante, el 72% cuenta con un control bajo y un 17% no tiene ningún control de sus emociones, lo que los convierte en un peligro al volante. Así se desprende del estudio ‘Zen Driving’, elaborado por Prevensis y la Asociación Empresarial del Seguro UNESPA.
A través de ondas cerebrales y respuestas cardiacas, se han medido el impacto de las principales distracciones y el nivel de alteración que nos producen determinadas conductas, así como su implicación durante la conducción.
El estudio, llevado a cabo entre más de 1.000 conductores durante dos años, revela que la conversación intensa por el móvil es la acción que más atención resta a la hora de conducir y eleva hasta un 41% el riesgo de sufrir un accidente. Le siguen el altercado con otro conductor (37%), los problemas o tareas mentales complejas (33%), la conversación intensa con el copiloto (26%), el exceso de confianza (19%), fumar (15%) y una ligera fatiga (10%).
Por otra parte, se ha elaborado un ranking con las situaciones que mayor enfado producen a los conductores, que lideran ir seguido de un vehículo muy pegado, los atascos, las prisas por llegar a un destino o los vehículos que intentan colarse en retenciones o incorporaciones. Todas estas acciones, además de presentar unas respuestas físicas agresivas, multiplican por 2,5 el número de sanciones y elevan hasta en un 30% el número de partes por accidente.
Según se desprende del informe, la edad y el estado civil también influyen en el estilo de conducción, siendo los hombres con pareja estable, de entre 37 y 50 años, el mejor perfil de conductor.
Finalmente, el estudio ofrece un decálogo de pautas y técnicas que ayudan a tener una conducción más tranquila y segura:
Cómo ser un conductor zen: consejos para reducir los accidentes
El estudio, llevado a cabo entre más de 1.000 conductores durante dos años, revela que la conversación intensa por el móvil es la acción que más atención resta a la hora de conducir y eleva hasta un 41% el riesgo de sufrir un accidente. Le siguen el altercado con otro conductor (37%), los problemas o tareas mentales complejas (33%), la conversación intensa con el copiloto (26%), el exceso de confianza (19%), fumar (15%) y una ligera fatiga (10%).
Por otra parte, se ha elaborado un ranking con las situaciones que mayor enfado producen a los conductores, que lideran ir seguido de un vehículo muy pegado, los atascos, las prisas por llegar a un destino o los vehículos que intentan colarse en retenciones o incorporaciones. Todas estas acciones, además de presentar unas respuestas físicas agresivas, multiplican por 2,5 el número de sanciones y elevan hasta en un 30% el número de partes por accidente.
Según se desprende del informe, la edad y el estado civil también influyen en el estilo de conducción, siendo los hombres con pareja estable, de entre 37 y 50 años, el mejor perfil de conductor.
Finalmente, el estudio ofrece un decálogo de pautas y técnicas que ayudan a tener una conducción más tranquila y segura:
Cómo ser un conductor zen: consejos para reducir los accidentes
- Toma de conciencia antes de empezar a conducir, para concentrarte en lo que vas a hacer.
- Motivación: evita el mal humor con una frase positiva
- Siéntate cómodo para sentirte cómodo
- Evita las distracciones con el móvil, la radio, el GPS…
- Fluye con el tráfico aprovechando las inercias y evitando acelerones y frenazos bruscos
- No te revoluciones: el ruido del motor revolucionado traslada la sensación de tensión al cerebro
- Date tu espacio: pegarte al coche de delante te altera y pone un 15 % más nervioso al otro conductor
- Respira correctamente: la respiración abdominal ayuda a mantener y recuperar la calma
- Sé amable, ayudas a los demás y también a ti.
- Sé positivo: transforma las sensaciones negativas en sentimientos positivos.
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