viernes, 2 de enero de 2015

7 de cada 10 empresas mal aseguradas cierran por siniestros

7 de cada 10 empresas mal aseguradas cierran por siniestros. “Caer está permitido, pero levantarse es obligatorio”

La historia que te contamos comienza en Burgos en 1952. Su protagonista se llama José Luis. Un hombre inquieto que quiso ser tenor, aunque las circunstancias le conduje­ron a trabajar en una editorial y, después, en un laboratorio farmacéutico.
Un buen día encontró una nave industrial abandonada. Habló con su socio, Clemen­te, y cada uno de ellos desembolsó 1 millón de las antiguas pesetas. Comenzaron su actividad con 8 empleados. “Apenas consi­guieron matar 10 cerdos el primer día”.
Su empresa creció. Se llama Campofrío. Es una multinacional española líder en Europa y una de las 5 mayores empresas del mundo en su sector.
Acaba de sufrir un incendio y su fábrica de Burgos ha quedado destruida. Los incen­dios son los siniestros más habituales en las empresas industriales españolas: supo­nen el 45% de las indemnizaciones y su­man 378 millones de euros.
Sin embargo, según UNESPA, el total de los siniestros industriales en nuestro país implican compensaciones por valor de 848 millones cada año, ya que 501.297 establecimientos están protegidos por una póliza de multirriesgo industrial; los cuáles declaran anualmente 188.085 si­niestros a sus aseguradoras tras haber sufrido algún tipo de incidente.
Los empresarios españoles somos valientes y no tiramos la toalla, la utilizamos para se­carnos el sudor de la frente y seguir creando riqueza.
Los siniestros de las empresas siempre los paga “alguien”. Por desgracia, muchas ve­ces, los propios empresarios cuando están mal asegurados. Tras un siniestro impor­tante, 7 de cada 10 empresas desapa­recen por NO haber contratado correc­tamente sus seguros. Conocer el riesgo y minimizarlo con una adecuada cobertura aportará a tu empresa seguridad, competiti­vidad, incluso en ocasiones podría suponer la supervivencia de tu negocio; por ejemplo con un seguro de paralización de actividad del negocio.
Después vienen las lamentaciones… Cuan­do caminas tropiezas y, a veces, te caes… El empresario que cierra su negocio apar­ca para siempre un proyecto profesional de toda una vida. Se queda sin dinero, sin tra­bajo, sin ilusión y, es muy posible, que deba enjugar algunas deudas.
En esta vida casi todo tiene remedio. Por eso podemos asesorarte correctamente para proteger tu fuente de ingresos.

Cualquier empresario puede hacer reali­dad sus sueños. Tú también…

No hay comentarios:

Publicar un comentario