jueves, 30 de enero de 2014

Qué hacer si tu vehículo choca contra un animal

En España se registran anualmente 16.000 colisiones contra animales en las carreteras. En unos casos son ani¬males salvajes procedentes de cotos de caza (corzo, jabalí, conejo...) y, en otros, animales domésticos (vacas, caballos, pe¬rros...). 

Si te encuentras con alguno de ellos: re¬duce la velocidad, frena despacio y toca la bocina. Cambia las luces largas por las cortas para no deslumbrar al ani¬mal. Si aun así la colisión es inevitable, agarra fuerte el volante, continúa rec¬to y frena (no gires el volante porque el accidente puede ser peor). 

Cuando tu coche circula a 60 km/h y cho¬ca contra un ciervo, recibes el impacto de un peso equivalente a 5 toneladas. Es como si colisionaras contra un elefante. 
A partir de ahí… aparca el coche, en¬ciende las luces de emergencia, coge tu chaleco y coloca el triángulo de avería. Y, MUY IMPORTANTE, avisa a la Guardia Civil de tráfico para que levante un ates¬tado y se ocupe de llamar a protección animal para curar al animal herido o reti¬rarlo de la vía. 

La responsabilidad del accidente puede ser: 

Tuya por incumplimiento de las normas de circulación. 
De los titulares del coto de caza o de los propietarios del animal doméstico. 
Del titular de la carretera por donde tran¬sitas. 

¿Y qué más…?  

Con el informe policial te pones en con¬tacto con nuestra correduría para gestio¬nar el siniestro. Si es culpa de un tercero, nos encargamos de reclamar directamen¬te la reparación del vehículo. 

- Cuando el responsable es el coto de caza, el atestado policial sirve para de¬mostrar la falta de diligencia en la con¬servación del terreno. 
- En caso de un animal doméstico (por ejemplo una vaca u oveja) están perfec¬tamente identificados con una etiqueta (crotal) en la oreja y es fácil encontrar al propietario. 
- Si estás en una carretera mal señaliza¬da, o incorrectamente protegida, serán los titulares de la vía quiénes se hagan cargo del siniestro. 
- Pero si la culpa es tuya o chocas con un animal doméstico “no identificado” (sin microchip o sin dueño), tienes que ha¬certe cargo de la reparación del vehículo. 

No todos los seguros incluyen esta garan¬tía que se conoce como “daños cinegéti¬cos”. Nosotros SÍ te la recomendamos porque no cuesta mucho y quedas pro¬tegido frente a estos imprevistos.


¿Cuánto le costaría a España NO tener seguros? unas 14 veces su PIB.


Imagínate que en España NO existe la denominada “industria del seguro”. 
Imagínate que dedicas tus ingresos íntegros de 14 años a una cuenta de ahorro. 
Imagínate que todos los españoles, todas las empresas, todos los gobiernos... TODOS-TO¬DOS, destinamos todos los ingresos del Pro¬ducto Interior Bruto a esa cuenta de ahorro. 

Tendríamos que estar ahorrando casi 14 años hasta reunir 14 billones de euros para proteger a nuestra sociedad de cualquier eventualidad que pudiera suceder. Afortu¬nadamente, todas las posibles eventualida¬des están cubiertas hoy por la “industria aseguradora”. 

Según AFI (Analistas Financieros Internacio¬nales) esta situación hipotética de ahorro, es muy improbable que pudiera llegar a existir. Pero, en caso de que así fuera, supondría re¬bajar nuestro bienestar, nuestra capacidad de consumo y, por tanto, seríamos mucho más pobres. 

En la actualidad, España NO puede ahorrar. De hecho, los datos a 15 de octubre de 2013, indi¬can que nuestra deuda supera en 3,2 veces el PIB, sumando 3,30 billones de euros. 

Los seguros generan riqueza.  Además de protegernos, el sector del seguro en España aporta interesantes cifras econó¬micas: 

- 350.000 puestos de trabajo (entre directos e indirectos). 
- Entrega al Estado 7.963 millones de euros (con pagos a la Seguridad Social, IRPF, Im¬puesto de Sociedades e Impuestos de Primas). 
- Y, por si fuera poco, las inversiones de las aseguradoras suman un valor de mercado superior a 237.000 millones de euros. 

En nuestra “microeconomía particular”, la in¬versión en seguros todavía es muy baja: unos 1.800 euros anuales. Según el estudio AFI, el nivel adecuado serían 4.800 euros por año. 
Todavía nos falta cultura aseguradora. Nuestra recomendación para este año nuevo es que amplíes tus coberturas personales hacia Vida y Salud.

Con un Seguro de Alquiler “ganamos todos”: el casero y el inquilino.


Los ingleses utilizan la expresión “win to win”, que traducido significa “ganar-ga¬nar” entre las partes implicadas en un acuerdo. En este caso, si el Seguro de Alquiler lo contrata el “casero” es bue¬no porque le garantiza el cobro de las rentas. Si lo contrata el “inquili¬no”, también tiene sus ventajas por¬que le incluye diferentes coberturas.

Gana el propietario.

Las coberturas fundamentales de es¬tas pólizas son tres: abono del alquiler mensual, defensa jurídica y protección contra los desperfectos que se pudie¬ran producir.

El dueño del piso duerme tranquilo por¬que, en caso de impago, el seguro de alquiler que tiene contratado, le abonará las mensualidades impagadas de su in¬quilino. También quedan asegurados los deterioros del inmueble o el robo dentro de la vivienda o local, fruto de actos van¬dálicos o malintencionados causados por el propio inquilino.
Y, por supuesto, viene incluida la Defensa Jurídica que podemos necesitar en caso de conflicto.

Gana el inquilino.

Una de las ventajas fundamentales para el inquilino es que se podría sustituir el aval o fianza, muchas veces despropor¬cionada, por el seguro de alquiler garan¬tizando el posible impago y ofreciendo protección al propietario. De esta forma, el inquilino NO debe realizar un desem¬bolso importante que, en muchas oca¬siones, conlleva un “replanteamiento” de nuestra propia independencia.

Además, el inquilino permanece tranquilo porque tiene cubiertos todos los desper¬fectos del “día a día”:

- Asistencia en el Hogar, que incluye ser¬vicios de reparación de urgencia.
- Coberturas básicas. De incendio, da¬ños diversos, fenómenos atmosféricos, robo, expolio…
- Responsabilidad Civil. Para cubrir los daños materiales que pudieran llegar a causarse.

La experiencia indica que los Seguros de Alquiler funcionan correctamente en Es¬paña. Su comercialización ha reducido la morosidad de alquileres hasta un 85% en algunos casos. Por ello, la fideli¬dad es muy alta: 2 de cada 3 asegurados renuevan la póliza en el segundo año.